El suceso ocurrió en Inglaterra en el 2002.
Al parecer, una parejita que salía un tanto achispada de un bar, mientras se dirigían a casa se encontraron con que una calle tenía poca luz o nula a causa de farolas que se encontraban fundidas.
Eso les debió de dar cierto morbo y se dedicaron a realizar la reproducción de los mamíferos en mitad de la carretera, en lugar de hacerlo en la acera como buenos transeúntes.
Al principio tuvieron suerte, los coches llegaron a esquivarlos, pero un autobús no pudo llegar a hacerlo llevándoselos por delante. Así que los dejó a una con las faldas levantadas y al otro con los pantalones bajados tal y como Dios los trajo al mundo y tratando de hacer perdurar al homo stupidus.
Esto va siendo todo por hoy. Y recordad:
Podríamos hacerlo mejor, pero no nos da la gana
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