Un tiempo después Chano ya recuperado de las heridas sufridas por el accidente viajaba por la misma carretera, y al acercarse a la curva exclamó – a mi ninguna pinche curvita me va a ganar – volvió a acelerar, su vehículo derrapó y volvió a caer por el mismo agreste talud.
Cuentan que tiempo después, al parecer Chano había aprendido la lección, ya que había recorrido la misma carretera varias veces sin incidentes. Un día se despidió avisando que “iba p’a Saltillo” – ¡aguas en la curvita Chano! – le advirtieron algunos en broma.
Chano Babas nunca llegó a saltillo, fue encontrado muerto en su vehículo destrozado que había caído por la misma curva, las huellas en la carretera indicaban que viajaba a mas de 80km/hra cuando su auto salio de la carretera y cayó por el talud.
Todo esto ocurría en la ciudad de Nueva Rosita Coahuila, México en los años setenta.
Esta historia nos demuestra que el que la sigue la consigue y este hombre consiguió acabar con su vida siguiendo su curva personal.
Yo solo digo que Carlos Sainz la habría superado.
Esto va siendo todo por hoy. Y recordad...
Podríamos hacerlo mejor, pero no nos da la gana.
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