En concreto el siguiente caso: Un hombre innovador hasta en la forma de morir.
Un hombre decidió confeccionarse un traje que diera la ilusión de que tenía un cuchillo clavado en el pecho. Así que tomó un martillo y empezó a clavar el cuchillo en un tablero de modo que pareciese que tenía un cuchillo dentro del pecho cuando se pusiese la camisa. Por desgracia se clavó el cuchillo a través del tablero dentro de su pecho y se mató.
Conclusión: Nunca, repito, nunca se te ocurra martillar un cuchillo en un tablero que está encima de tu pecho.
Esto va siendo todo por hoy, y recordad:
Podríamos hacerlo mejor, pero no nos da la gana.
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