martes, 17 de febrero de 2009

Morir no lo es todo.

Hablemos de muertes hoy, se que es muy... macabro reirse de esto, pero es que es muy difícil el no evitar una sonrisa cuando escuchas anecdotas como esta.

2 de septiembre de 1999Un abogado y dos amigos suyos estaban pescando en el lago Caddo en Texas cuando se desató una tormenta eléctrica sobre el lago. Todos los demás barcos se dirigieron inmediatamente hacia la costa, pero no el abogado y sus amigos. Solo en la parte trasera de su botecito de aluminio, este individuo se puso de pie, alargó los brazos en forma de crucifijo y gritó "AQUÍ ESTOY, DIOS, ¡DISPARA!" Y Dios respondió. Los otros dos pasajeros del barquito sobrevivieron al rayo con sólo quemaduras menores.

Solo se me ocurre decir: Ole y ole la puntería del señor Dios. Os lo imaginái llegando a el cielo.
Dios-Tu pedístes que disparara.-

-Dije que dispararas, no que acertaras.

Y ¿los amigos? ¿Harán ellos lo mismo?

esto va siendo todo por hoy. Y recordad:

Podríamos hacerlo mejor, pero no nos da la gana.

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